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  • Los fines de semana
  • Olivia, una niña de 8 años, tiene que empezar a pasar los fines de semana con su padre, Alex, un hombre al que lleva cinco años sin ver, pues este acaba de recuperar la custodia. El primer fin de semana, Alex la lleva a un hotel rural. Allí, Olivia empieza a conectar con la idea de tener un padre que, hasta ahora, muestra una cara asociada a la estabilidad. En el segundo viaje se hospedan en un resort en decadencia. Entre espectáculos nocturnos de “Miss hotel”, habitaciones iluminadas de neón, clases de aquagym y tardes jugando en el miniclub, Olivia se da cuenta de que debajo de todo ese artificio, Alex esconde problemas de sueño, desmotivación y falta de autoestima. En el tercer viaje, juntos se hospedan en un parador de lujo frente a una feria: rodeados del mundo de las apariencias, Alex empieza a tener actitudes violentas hacia Olivia, celos hacia su madre y fases de manía. Entre un caos de imágenes que nos llevan a una infancia rota (una colchoneta que se desinfla, una piñata que se rompe, un mago que saca un pájaro muerto de su chistera), Olivia va perdiendo su inocencia y su visión de niña para ir cogiendo la mirada de su padre, una mirada melancólica que ha perdido la fe.